Las cuatro sesiones forman parte de un conjunto y se deberán hacer en el orden indicado al mismo grupo de menores. Tenemos en el espacio educativo un grupo de 20 menores la mayoría chicos y de origen marroquí y ecuatoriano. La idea es acercarse de una manera sutil al tema y reforzar su autoestima
Sesión 1. Conócete a ti mismo.
Objetivos
-Reconocer(me) en situaciones cotidianas.
-Poner nombre a mis sentimientos
Desarrollo de la sesión
La actividad dura unos 30 min aprox.
La actividad es muy simple ya que solo queremos reflexionar sobre el tema y que el menor se reconozca. Todos ellos son menores de integración.
El grupo se pondrá en circulo y el educador hará que escriban en un papel la respuestas a las siguientes preguntas
¿Expresas lo que sientes?
¿Protestas cuando alguien se cuela?
¿Estas seguro de tu opinión?
¿Te cuesta mantener el contacto visual?
¿Eres capaz de expresar cariño y amor abiertamente?
Después de hacer las preguntas el educador invitara a los menores a que participen y comparten sus pensamientos
Sesión 2. Tela de Araña
Objetivos
-Reconocer virtudes mías y de mis compañeros
Desarrollo de la sesión
El grupo de menores y las circunstancias son las mismas ya que como hemos dicho en la introducción estamos interviniendo con menores de un mismo distrito dentro de un centro de educación no formal. El tiempo serán 40 min aprox.
El educador colocara en circulo a los menores alrededor de una pizarra, los menores tendrán que levantarse de uno en uno y escribir tres características propias positivas y explicarle a sus compañeros porque cree que tiene esa virtud, así lo harán todos los participantes. Después el educador facilitara un ovillo de lana roja a los menores, estos tendrán que lanzárselo a su compañero de enfrente y decirle una cualidad positiva, de esta forma se creara una tela de araña de virtudes.
Sesión 3. Cuento motivador
Objetivos
- Encontrar nuestras ataduras.
Desarrollo de la sesión
En primer lugar crearemos un espacio de tranquilidad y relajación para que los menores puedan escuchar la historia con atención y después haremos diferentes preguntas para profundizar en el texto. La sesión dura 40 min aprox.
Cuento de Jorje Bucay: El elefante encadenado
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
–Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre– que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad... condicionados por el recuerdo de «no puedo»...
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón...
- ¿Qué cadenas tengo yo?
- ¿He probado a romperla?
- ¿Cuántas veces al fallar en los intentos hemos desistido?
- ¿Cuántas veces hemos escapado de nuestros problemas?
- ¿Cómo se siente el elefante?
Sesión 4. Práctica
Objetivos
-Llevar a la práctica lo aprendido
Desarrollo de la sesión
La sesión durara 50 minutos.
Pondremos el corto del "circo de las mariposas"
Haremos un pequeño cine-fórum para preguntar a los menores que han sentido, que piensan del protagonista...
Finalmente daremos a los menores unas tarjetas donde pongan sus aspectos positivos y como los pueden usar para sacar adelante una situación actual. La idea es que se lo puedan llevar a casa y así leerlo para cuando necesiten motivación.